Soy un recuerdo en tu soledad,
y tú en todo mi vivir.
Hay cuerdas sin latir
que enmudecen canto de libertad
de pensar en la propiedad
de tus manos en mi sentir,
llegar a confundir
tu piel y mi piel con suave ansiedad,
lacrar el refugio de miedos,
de dudas que congelan,
y desnudar los credos que debelan
la sombra que dan los viñedos,
donde se descongelan
la fortuna y la paz en voz de aedos.
No sé si recuerdos habrá,
llegue tu tiempo, pero en mí se va.
( Morar a la sombra del viñedo: símbolo de alegría, paz y abundancia)