15 marzo, 2018

EN SILENCIO


Aprendí
a  acurrucar la amarga distancia,
mecer las caricias en el éter
y a oír como ruiseñor al  silencio.
¡Al sentir correspondí!

Aprendí a quererte,
al traspasar la nube de mi piel
y arribar al cielo de mi alma;
me confiné al averno de tus brazos,
vencida por mi suerte.

En silencio
escolté tu sueño, sin saberlo;
uní mis plegarias a las tuyas,
oculto mi aliento, ante los cirios,
sintiendo la paz de aprenderlo.

Aprendí a quererte en silencio,
cuando brotaron flores de ausencia,
languideció la lluvia de tus labios
que regó mi desierto en la distancia,

no eras luz en la gruta de encuentros.

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