No me has visto, no puedes
verme amanecer solo.
Cuando los brazos atan a las piernas
y la boca se apoya sobre el pecho.
Borracho haber estado
de ver tu vientre anoche.
Y loco, bailarín sin bailarina
ir perdiendo la línea de mi cuerpo
Por qué no puedes verme
siquiera indiferente.
Siquiera sin mirarme con angustia...
Sin dolor, sin espanto, sólo verme.
Ilegible, confuso.
De sombra serpentina.
Después de haber buscado vagamente
por una noche entera tu cintura.
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