Como un gran eucaliptus
(erguido, a pesar
de todo),
su perfil
apoyó en mi pecho
impío
(sin una palabra),
su torso.
La tarde pende de una plaza,
suicidada y sin decoro,
(ahorcada y roja)
sobre tu casa.
Hace un momento,
un solo momento,
una paloma de lirios
nos vio morir al alba.
S.Gea- (Argentina)
No hay comentarios:
Publicar un comentario