16 noviembre, 2014

EL SILENCIO



¡Vienes silencio!, y pronto me encuentro esclareciendo mis pensamientos.
En la cima de la montaña o inmersa en la multitud y su bullicio, 
navegando cual  velero en el mar de tu esencia, que me acerca al cielo. 

Dentro o fuera, eres el mágico hacedor del lenguaje de mi cuerpo;
así como susurrantes van las olas  a acariciar  la playa. 
Eres la suave brisa que me abriga con el calor de tus besos;
eres el silencio que espero para crearte  como palabra 
de tus pensamientos, de tu corazón, y de tus silencios callados...
permitiéndome  escuchar el verso rítmico de tu respiración
y el galope estridente -canto- de los latidos de tu corazón.

Amo el silencio, cuando sella mis labios y me envuelve en torbellinos;
cuando obstaculiza con melodías los eclipses de mi universo.
Amo el silencio, cuando se me presenta engalanado con tu nombre...

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