18 septiembre, 2015

DESENGAÑO



Triste dejar de sentir
el campo que dio cobijo,
que dejó de ser cortijo
al mil plagas confluir
vaciando su mal vivir
con tan negra peripecia.
Su verde que se desprecia,
bajo el miedo y la pereza,
deja morir su belleza
mientras la miseria arrecia.

El valor, brilla en ausencia,
(entre dolientes y extraños)
seca ramas de castaños
pudre frutos de consciencia;
..., y larvas hechas potencia
carcomiendo cual gangrena.
Ya no es rabia sino pena
sentirse muerto viviente
en cementerio cadente,
bajo asecho de la hiena.

¡Feneces campo de  gracia!
bañado de opio y desidia,
tan  herido de perfidia
perdiste tu aristocracia.
¿Cuándo será tu desgracia
el motor de valentía?,
¿cuándo polvo, vil jauría?
¿Cuánto vivirán los grillos
encerrados en castillos
sin anunciar la sequía?

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