17 septiembre, 2015
ESA NOCHE
Esa noche entre sus brazos
su pecho fue el horizonte,
medicina de bisonte
honrando sagrados lazos:
cuerpos y almas en abrazos.
Sus latidos el arrullo,
y alevillas sin capullo
volaron sobre montañas
sin remover las entrañas,
sin besos y sin murmullo.
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