17 septiembre, 2015

HUIDA



Huyo de la caricia de extrema seducción,
del eco de sus besos cuando me responde.
Cierro las ventanas en franca sedición
y eludo la caricia del velo de la brisa,
del fragor de sus besos, en sagaz turbación
por su ausencia. Pero cabalgas tan de prisa,
te ofuscas corazón cuando mi alma responde
recordando sus ojos, el brillo propicio
que me turba, siempre que su rostro acaricio, 
y encuentro la belleza que su capricho esconde.

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