28 junio, 2013

MI SÚPLICA












Mi súplica saltó  al velo del silencio 
para que  mis caricias  rociaran tu cuerpo,
con mi amor deleitarte,  y a gritos confieso,
como esos galeones fugados del puerto.
Despierto

Tus labios  sofocaron las cálidas voces, 
tu piel inconmovible  la has  enmudecido, 
se cerraron tus ojos, fuerte como robles,
sin recibir respuestas a lo que  has oído.
Dormido

Crepúsculo de aurora  de este sentimiento,
lugar y tiempo vivos, cruzados sin verse,             
difuminados alma cuerpo  por el viento,
pasión y amor  llegaron lejos a  perderse.
Tormento

Las lágrimas que danzan lentas en mi cuello,
y el oscuro color tapizando  mi cuerpo
-en lóbrego matiz abriga el desconsuelo-,
es  airado sollozo… de saberte muerto.
Desvelo

Déjame llorar solo un día,
egoísta por tu partida.
Déjame un día sentir celos
porque ha de refugiarte el cielo.
Después, el hermoso recuerdo
de lo vivido y que no pierdo,
de lo que dejas en mi senda
hasta que la muerte me llega.
Entrega

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